En un programa que cursé recientemente en la escuela de Wharton analizamos por qué es clave desarrollar la habilidad de la influencia. Hoy en día que las estructuras son cada vez más planas, todos tenemos en este reto.
Tener un cargo de liderazgo no garantiza que las personas te sigan. Por ejemplo, una líder de Marca de un producto necesita igualmente que el equipo de marketing, ventas o finanzas coopere con ella, aunque no tenga autoridad formal sobre esos equipos. Como dijo Obama, "Soy presidente, no rey. No puedo hacerlo todo solo".
Entonces, ¿cómo cultivar el liderazgo informal para inspirar y movilizar a otros? Estos son los 5 principios fundamentales:
Gánate el respeto. La influencia se gana con acciones, no con títulos o cargos. Involucra a otros en las decisiones que les afectan y demuestra desde el inicio resultados concretos. Como dijo un experto: "El poder depende de ser efectivo".
Cultiva relaciones. Trata a todos con dignidad y respeto. Sal y conoce el trabajo en la cancha. Escucha diferentes perspectivas y muestra interés. Las buenas relaciones son claves para inspirar a otros.
Usa símbolos poderosos. Tus acciones son siempre observadas. Tienes que ser intencional y claro con los mensajes que envías. Visita clientes, recorre instalaciones, realiza acciones que muestren tus prioridades. Las acciones impactan más que los discursos.
Sé flexible. Rara vez hay una sola solución. Mantente abierto a distintos enfoques. Prioriza tus objetivos claves. Sacrifica objetivos menos relevantes para lograr los esenciales. El compromiso genera convicción.
Sé integro. Lo más importante: actúa coherentemente con tus palabras. La gente detecta la hipocresía. La verdadera influencia se da cuando actúas con coherencia entre creencias, comunicación y conducta.
El liderazgo por influencia requiere esfuerzo. Debes ganarte el respeto, cultivar buenas relaciones, usar símbolos que generen impacto, ser flexible pero firme en lo esencial y, sobre todo, actuar con integridad.