"Quizás en otra vida."
No. Esta es la única que tienes. Así que, por favor, lucha por las cosas que iluminan tu vida, lucha por las cosas que te hacen más humano. Protege a las personas que amas, déjalas mejor de lo que las encontraste. Defiende tu corazón, haz lo que sea necesario para mantenerlo abierto a pesar de lo que haya pasado. Perdona, no solo a los demás, sino también a ti mismo. Ve más despacio —saborea, toca, siente y cuida. Crea las cosas que quieres ver en este mundo, mantente lo más curioso posible. Honra tu alegría, no te alejes de lo bueno que intenta llegar a ti—no creas que no eres digno de ello. Sé lo suficientemente fuerte para ser gentil. Sé lo suficientemente valiente como para romperte. Sé todo lo que eres. Sé todo lo que puedes ser.
Y cuando llegue tu momento, cuando las estrellas recuperen lo que te prestaron, cuando termine el baile, espero que dejes este mundo con un corazón desgastado y tierno, con un corazón que duele de amar, sentir y cuidarse de la mejor manera posible. Espero que dejes este mundo sabiendo que pusiste esperanza en todo lo que hiciste, que exprimiste tu alma cada día. Espero que dejes este mundo sabiendo, desde lo más profundo de tu ser, que intentaste algo mientras estuviste aquí.
—Bianca Sparacino (traducción libre del poema original)
En nuestro mundo acelerado, lo único que podemos controlar es cómo queremos crear, sumar, ayudar —la pasión que le ponemos a nuestras acciones. Este poema resuena y nos invita a pensar en cómo decidimos vivir.