El humanista chino más famoso, Confucio (551 - 479 a. C.), alto funcionario y consejero, participó activamente en la vida política del país. Se preocupó por educar a la juventud (se cuenta que llegó a tener hasta 3,000 discípulos), donde amor hacia la virtud y espíritu de trabajo era cuanto exigía para ser seguido. Luchó por el orden y la paz social; propugnó el gran valor del poder del ejemplo. Aquí diez enseñanzas que he querido destacar del libro: Confucio, Los cuatro libros:
1. ¿Un consejo para toda la vida? Perdonar a los demás y no hacer a nadie lo que no quieras que te hagan a ti.
2. Solo hay dos caminos: la benevolencia y el egoísmo.
3. Cuando veamos personas ejemplares, procuremos imitarlas; cuando veamos personas llenas de defectos, volvamos la vista hacia adentro para examinarnos.
4. Lo bello de una comunidad es su grado de desprendimiento para con el prójimo.
5. Tener faltas y no corregirlas es el verdadero error.
6. A la ofensa se le contesta con la justicia, y a la virtud, con la virtud.
7. Cuando un grupo de personas conversa durante un día entero sin hablar en ningún momento de justicia, estamos ante un grupo de personas de difícil corrección.
8. Desde el emperador hasta el último vasallo, todos deben tener el cultivo de sí mismos como fundamento, puesto que, si lo principal está en desorden, lo que en ello se apoya no puede estar ordenado.
9. El conocimiento es conocer a los hombres.
10. Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes.