Dos principios para desarrollar la confianza

La confianza es una de las formas más poderosas de motivación e inspiración. Las personas quieren que confiemos en ellas, responden a la confianza,  crecen en la confianza. La confianza se puede establecer, extender y restaurar; pero hay que saber usarla, no como una técnica de manipulación, sino como una forma más efectiva para relacionarnos y trabajar con los demás. Como una de las formas más eficaces de conseguir resultados. 

Stephen M. R. Covey, en su libro "The Speed of Trust" (La Velocidad de la Confianza), nos dice que primero tenemos que entender cómo funciona la confianza: La confianza es una función de dos cosas: carácter y competencias. Carácter incluye integridad, motivo, e intención con la gente. Competencias incluye capacidades, habilidades, resultados, e historial. Y ambas son vitales.

La clave está en entender y aprender a navegar en lo que él ha llamado los "5 niveles de confianza", donde define los contextos en los que ésta se establece.

El primer nivel, confianza en uno mismo refleja la fortaleza del enfoque de "adentro hacia afuera".  Nos dice que para construir la confianza con los demás, primero debemos comenzar en uno mismo.  Es en este primer nivel donde aprendemos el principio fundamental que nos permite establecer y mantener la confianza en todos los niveles.  

El primer nivel tiene que ver con la credibilidad. Es acerca de cómo construyes tu integridad, tu intención, tus capacidades y tus resultados, que finalmente son los que hacen que uno tenga confianza en uno mismo y sea creíble a los demás. Esto se reduce a dos preguntas sencillas: 1) ¿Confío en mí mismo? y 2) ¿Soy alguien en que los otros pueden confiar?

¿Te has preguntado si tratas a las otras personas con el mismo nivel de compromiso e integridad que muestras hacia ti mismo? ¿Qué estas haciendo para construir tu integridad personal?

Las investigaciones muestran que muchos de nosotros no seguimos los objetivos que nos proponemos o no cumplimos las promesas y compromisos que nos hacemos a nosotros mismos. Por ejemplo, aunque casi la mitad de los estadounidenses establece compromisos de Año Nuevo, las encuestas muestran que sólo un 8% logra mantenerlos. ¿Qué sucede cuando hacemos esto una y otra vez? ¿Cuál es el resultado del incumplimiento reiterado de hacer compromisos y no poder mantenerlos con nosotros mismos? Se mina nuestra credibilidad. No sólo perdemos la confianza en nuestra capacidad para hacer y mantener nuestros compromisos, sino que también se disminuye nuestra capacidad para proyectar nuestra fortaleza y el carácter que inspira confianza.

Peter J. Daniels, en su libro “Cómo estar motivado todo el tiempo" nos dice: 

Cuando haces un compromiso contigo mismo estás decidiendo por un cambio de actitud. En efecto, anuncias a todo tu ser que vas a hacer algo que requiere total atención y ayuda. Pero si no cumples el compromiso, estás evitando que tus facultades, conscientes y subconscientes, completen la tarea, dejándolas inservibles.

¿Qué sucederá entonces la próxima vez que estés entusiasmado con la posibilidad de un proyecto y hagas un compromiso? Tus respuestas subconscientes serán un poco más lentas y menos entusiastas que antes. Es como si éstas recordaran los compromisos rotos anteriormente, y consideraran que el nuevo proyecto no se va a cumplir, y decidieran que no es necesario que el esfuerzo sea total.

Si rompes continuamente tus compromisos, es casi como atarte totalmente a ti mismo antes de intentar completar algo, porque no hay historial de éxito en tu subconsciente.

Covey nos presenta cuatro principios o elementos fundamentales de la credibilidad. Elementos que hacen que una persona pueda ser confiable con uno mismo y con los demás. Estos elementos pueden ayudar o destruir la credibilidad de una persona.  Los dos primeros núcleos tratan del carácter. Los otros dos sobre las competencias; y los cuatros son necesarios para la confianza en uno mismo.  Estos principios son: La integridad, las intenciones, las capacidades, y los resultados. Aquí me voy a centrar en los dos primeros.

Integridad

La definición de integridad incluye el ser honesto (decir la verdad y dejar una buena impresión donde las personas confían en lo que uno dice).

"En un proceso de selección busco tres cualidades en las personas. Primero, la integridad personal, segundo la inteligencia y tercero un alto nivel de energía. Pero si no tiene el primero, los otros dos podrían matarlo". – Warren Buffett, CEO de Berkshire Hathaway

Pero adicionalmente Covey incluye otras tres cualidades vitales:

Congruencia: "integridad" viene de la misma raíz latina que las palabras "integrados" y "enteros". Una persona posee integridad cuando no hay brecha entre la intención y el comportamiento... cuando él o ella es todo, sin fisuras, el mismo por dentro y por fuera.

"Mi vida es un todo indivisible, y mis acciones están conectadas una con otra.... Mi vida es mi mensaje."– Mahatma Gandhi

Humildad: Integridad también incluye "humildad".  ¿cómo se manifiesta la humildad en el liderazgo y en la vida? Una persona humilde está más preocupado por lo que es correcto, que por tener la razón; en ejecutar las buenas ideas, que en tenerlas; en abrazar la verdad que en defender una posición obsoleta; en construir un equipo en lugar de buscar su propia gloria; en reconocer la contribución que en ser reconocido por hacerlo.
Ser humilde no significa ser débil, reticente, o modesto. Significa mantenerse firme por los principios, incluso cara a la oposición. Pueden manejar negociaciones muy duras. Pueden expresarse con firmeza y claridad en situaciones intensas. Pero no se quedan atrapados en la arrogancia, la valentía, la manipulación, o en los juegos de ganar-perder poder. Lo contrario a la humildad es la arrogancia y el orgullo. Este último pone el ego por encima de los principios y de los demás.

Coraje: Integridad también incluye el coraje para hacer las cosas correctas, aunque sea difícil.

Intenciones

¿Cuál es tu agenda? En el diccionario intención es definido como "plan" o "propósito". Pero estoy convencido de que ninguna discusión sobre "Intención" estaría completa sino de habla de tres cosas: motivos, agenda y comportamiento.

Motivos: Son las razones por las que hacemos las cosas.  Es el "por qué" que nos motiva al "qué".  El motivo que genera la mayor confianza es la preocupación auténtica –preocupación por las personas, preocupación por los propósitos, preocupación por la calidad con la que haces las cosas.  Piensa en esto: ¿podrías confiar en alguien que sabes que no le importas... o que no le importa tu trabajo... o no le importan tus principios, o valores o cualquier otra cosa?.

Agenda: La agenda surgen de los motivos. Es lo que intentas hacer o promover por los motivos que tengas. La agenda que generalmente inspira confianza, es cuando los beneficios son mutuos. Cuando genuinamente se busca lo mejor para todos los involucrados. 

Comportamiento: Típicamente es la manifestación de los motivos y de la agenda. El comportamiento que mejor genera credibilidad e inspira confianza es cuando se actúa buscando el interés de los demás.

La confianza se establece y fortalece con acciones, con el comportamiento que mostramos de manera consistente. Las personas no escuchan lo que dices, observan tus acciones.